Espacio para el cambio

La justicia reparadora es un término general que engloba diversas formas en que las comunidades abordan los daños entre individuos. En lugar de centrarse en el castigo, se pregunta qué factores personales y sociales han contribuido al daño sufrido y qué necesita el superviviente para sentir que se ha producido la curación. El objetivo es centrarse en la seguridad y la curación del superviviente y, al mismo tiempo, dar a la persona que causó el daño la oportunidad de asumir la responsabilidad personal de sus actos de una forma basada en su propia curación, no en la vergüenza y el castigo.

Los círculos de sanación están diseñados para ayudar a los supervivientes de la violencia doméstica a conectar o volver a conectar con personas en las que confían. El aislamiento de la comunidad y de los seres queridos es una consecuencia común de la violencia doméstica. A veces, los supervivientes se encuentran con el estigma y el juicio de sus seres queridos, que tienen buenas intenciones pero no comprenden la dinámica de la violencia doméstica, lo que puede agravar el sentimiento de aislamiento. A veces, los propios supervivientes pueden haber causado daños a sus hijos o a otras personas.

A quién va dirigido este servicio: supervivientes y sus seres queridos. La persona causante de la violencia doméstica no participa en este servicio.

Familiares, amigos, vecinos y otras personas que comparten conexiones comunitarias pueden recibir formación sobre cómo ser personas de apoyo más seguras y eficaces para las supervivientes de la violencia doméstica en sus vidas. Esta formación es gratuita y puede personalizarse para abordar problemas específicos, contextos culturales y otros factores singulares.

A quién va dirigido este servicio: amigos, familiares y/o miembros de la comunidad de un superviviente. Ni el superviviente ni la persona que causó el daño participan en este servicio.

• Una superviviente puede recibir información sobre violencia doméstica de un defensor como parte de nuestros servicios de asesoramiento entre iguales.

• Una persona que haya causado daños puede recibir información sobre violencia doméstica como parte de un proceso de rendición de cuentas (más abajo).

Cuando alguien reconoce que ha causado daños y desea recibir apoyo para aprender a tomar decisiones más seguras para sí mismo y para los demás, puede participar en un proceso de rendición de cuentas. A esta persona se le asigna un facilitador que le apoya a través de un proceso de aprendizaje no jurídico y sin juicios. No es necesaria la participación de ninguna de las personas perjudicadas.

A quién va dirigido este servicio: a una persona que haya causado daños a su pareja sentimental o sexual o a un miembro de su familia.

La persona perjudicada no está obligada a participar en este servicio.

• Todos los participantes deben tener 12 años o más.

• La situación debe ser evaluada por los defensores como de riesgo bajo o moderado en términos de seguridad.

  • Las situaciones de alto riesgo son demasiado inseguras para la justicia reparadora. En su lugar, se ofrecerán servicios de intervención en crisis. Cuando la crisis haya pasado, entonces su situación podrá ser reconsiderada para el Espacio para el Cambio.

• En los casos de procesos con varios participantes, no debe haber ninguna orden judicial en vigor que prohíba la comunicación entre los participantes.

Dependiendo de las circunstancias de tu situación, es posible que tu defensor quiera hablar contigo de otras cuestiones para asegurarse de que no estamos poniendo a nadie en mayor peligro.

Tenga en cuenta que la participación es voluntaria para todas las partes. Cualquiera puede poner fin a su participación en cualquier momento y por cualquier motivo.